Pues bien, la comisión europea ha descubierto que esta "galleta" no es tan saludable como se pensaba.
Su gran cantidad de sal hace que se les prohíba etiquetar como beneficiosos o dietéticos.
Ante todo esto, los panaderos alemanes, ven en esta norma un desprestigio en sus productos y han montado en cólera.
La comisión ha decidido negociar para establecer un máximo de sal (sobre el 1,5 % de harina).
A parte de los panes alemanes, otros panes están siendo vigilados: ¿Cuál será el siguiente?
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